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jueves, 24 de octubre de 2013

LA ADOLESCENCIA

SOY ADOLESCENTE
La adolescencia es una etapa de fundamental importancia en la vida de las personas. Es un periodo en el que se producen cambios intensos en cada una de nuestras dimensiones. Se le considera el paso de la niñez a la adultez.
Este periodo se inicia con la pubertad, etapa en la que se producen una serie de cambios físicos y fisiológicos. Estos cambios son, en gran parte, originados por la producción de hormonas sexuales que preparan al organismo para la reproducción, aunque a nivel psicológico aún no exista suficiente madurez para vivir este proceso.
Durante la adolescencia, también empieza a producirse una serie de cambios en cuanto al desarrollo intelectual. El pensamiento va dejando de ser concreto (basado en objetos o hechos reales) y poco a poco va apareciendo el pensamiento formal (o abstracto). El adolescente va perfeccionando sus habilidades cognitivas: el nivel reflexivo aumenta, se amplía la capacidad de memoria y hay un mejor dominio sobre los procesos intelectuales (percepción, atención y lenguaje); también alcanza un nivel inicial de metacognición.
En esta etapa se pierde el vínculo de dependencia que se tenía con los padres. Este vínculo es sustituido por nuevas relaciones sociales, donde cobra importancia el grupo de amigos y compañeros, con su lenguaje propio, su vestimenta, sus formas de llamar la atención, etc.

CAMBIOS FAMILIARES EN LA ADOLESCENCIA DE LOS HIJOS
En la familia también se producen cambios con la adolescencia del hijo. Supone una crisis anunciada por la presencia de las características de la etapa evolutiva: confusión y ruptura, cambios y nuevas necesidades, revisión de normas y límites, dificultades para crecer y acercarse a la madurez, crisis de la polaridad dependencia-independencia, aceptación de lo diferente y dejar crecer...
Se atraviesa en ella un período de transición que supone el cambio de las identificaciones logradas durante la infancia a la diferenciación que culmina en la consolidación de la identidad personal.
Durante la adolescencia del hijo, la familia tiene que afrontar cambios en la estructura familiar ya que el adolescente vive más hacia fuera que hacia dentro de la familia y en este sentido pueden señalarse algunos rasgos que dan una idea de cuanto acontece en este ciclo vital.

Flexibilización de los límites
Es necesaria por cuanto que los establecidos durante las etapas infantiles necesitarán un reajuste ante las nuevas necesidades.
Este cambio afecta, por ejemplo, cuando los hijos van creciendo y han de responder de manera diferente a las necesidades personales, sociales o familiares que se les van imponiendo. Si los límites durante la infancia son muy reducidos, en etapas posteriores (adolescencia y juventud) han de ampliarse. De lo contrario el hijo se encontrará incómodo y pueden aparecer conductas de rebeldía que complicarán enormemente la relación y la convivencia.

Crisis de valores
Consecuencia inevitable del cambio que hay que introducir por las nuevas exigencias y elección de referencias en torno a las que hacer elecciones de distinta naturaleza.
En este sentido es frecuente encontrarse con que los hijos “discuten”, “ponen en duda”, “critican” y hasta “rechazan” aquellos valores que han recibido de los padres hasta un determinado momento de su vida. Este fenómeno no tiene ningún sentido peyorativo o negativo, ya que es el fruto natural de un crecimiento intelectual y una consecuencia de la acentuación del espíritu crítico que va creciendo con la edad.

Revisión de reglas
Es un paso inevitablemente necesario dado que las reglas válidas en una etapa evolutiva han de ser replanteadas para asegurar la permanente evolución de cada persona.
Esta revisión se da siempre que hay que llegar a nuevos acuerdos sobre los modos de funcionar de la familia y que, por los cambios operados en la misma, ya no resultan convenientes. Entran ahí, por ejemplo, reglas respecto a horarios de convivencia familiar (comida, cena, fines de semana...), horarios de ocio (tiempo libre de cada cual, salidas nocturnas, libertad en días de vacación, etc). Una rigidez excesiva en estos aspectos puede llevar a rupturas violentas o a la aparición de comportamientos que enrarecen la vida familiar.

Nuevo reparto de roles
Se deriva de la organización que hay que implantar en la familia para que funcione adecuadamente. Es una variable de la que dependerá el buen funcionamiento de la dinámica familiar. Lo importante es que cada hijo tenga unas tareas y responsabilidades personales de cara al futuro de su crecimiento.

Redefinición de los límites
Está considerada como una de las características fundamentales de la familia sana o funcional. Implica una clara delimitación de las fronteras en que ha de moverse cada miembro de la familia y cada subsistema (parental, filial,...) para contribuir a una doble finalidad: la maduración de los sujetos y la operatividad de cada subsistema dentro del sistema familiar global.

Juegos y luchas por el poder
Conforme avanzan los miembros en edad reclaman mayor ámbito de influencia y presión. Esto origina poderes que luchan entre sí. No es una señal de mal funcionamiento familiar. El peligro reside en que la lucha que origina desencadene tensiones que provoquen un estrés familiar excesivo o un deterioro de otros niveles de interacción.

Desafío y ruptura de mitos
El mantenimiento de mitos es un mecanismo de defensa que ponen en juego todos los grupos humanos. En la familia sucede lo mismo. El hijo que crece, y como una manifestación sana de su independencia y autonomía, tratará de romper los mitos existentes. Es una buena oportunidad para revisarlos y cambiarlos a fin de que en ningún momento lleven consigo una paralización del desarrollo por querer mantener el pasado que representan.

Recambio de rituales
Muchas familias se angustian ante la necesidad de modificar algunas de sus costumbres encarnadas en rituales que se mantienen a toda costa. Lo importante es elaborar entre todos nuevos modos de funcionar, eliminando lo que paralice e incorporando nuevos resortes que introduzcan elementos creativos en los que todos se vean comprometidos.

Revisión de las fidelidades adquiridas y creación de otras nuevas
La familia actual está aún demasiado anclada en fidelidades y lealtades ocultas con las que no se atreve a enfrentarse. Ser fiel a un pasado familiar, a un padre o una madre adornada de ciertas cualidades, puede ser positivo. Lo que hay que cuidar es que tales fidelidades sean el fruto de una elaboración cuidada en la que se conserve lo que dé consistencia a las personas y al grupo familiar y se introduzcan cambios que mejoren la permanente evolución.

Nuevo enfoque de la cohesión familiar
Algunas familias mantienen una aparente “unidad” cuando sólo logran mantener juntos a los miembros que la integran. La cohesión familiar ha de ser el fruto de un trabajo en el que todos pongan de su parte una voluntad de colaborar, apoyar, respaldar... La cohesión que anule a las personalidades es nociva y destructiva.

Rigidez defensiva ante el miedo y las amenazas
Se deriva de la urgente necesidad que tiene la familia de conservar lo que ha ido adquiriendo, tal vez, a través de los mensajes transmitidos durante muchas generaciones. Ese bagaje es un buen equipaje, pero no puede mantenerse de manera rígida. Hay que buscar medios de defenderse del miedo y las amenazas, pero yendo siempre más allá de lo que es una defensa rígida de lo conquistado.


miércoles, 9 de octubre de 2013

LA GUERRA DEL PACÍFICO EN LAMBAYEQUE


LA GUERRA DEL PACÍFICO EN LAMBAYEQUE

1.       LA INVASIÓN
ü  La llegada de las tropas chilenas a Lambayeque se produjo el 24 de septiembre de 1880, al mando de Patricio Lynch.
ü  El muelle, así como el ferrocarril en Eten estaban operativos.
ü  No habían piezas de artillería para hacer frente a la invasión.
ü  El gobierno se había preocupado por defender Arequipa y Lima, dejando el norte totalmente desprotegido.
ü  Piérola, tuvo el norte peruano desarmado, solo protegía los intereses de sus partidarios más cercanos.
ü  La población se preparó para desplazarse a lugares más seguros y vieron en la sierra la ruta de salvación.
ü  L a fuerza invasora estaba compuesta por 2,700 hombres de infantería, artillería, cañones, armamentos y 300 caballos.
ü  El desembarco chileno fue penoso, pero oportuno para la mayoría de habitantes del litoral y poblaciones como Chiclayo, Lambayeque y Ferreñafe, porque les permitió abandonar sus viviendas y huir.
ü  Algunos pobladores de Puerto Eten trataron de inutilizar las líneas férreas, pero tuvieron que huir porque abrieron fuego contra ellos.
ü  Cuando arriban los chilenos a Puerto Eten los pobladores suben a los trenes y huyen a Monsefú.
ü  Una comisión chilena se entrevistó con el Prefecto Aguirre y se le exigió un cupo de 150,000 pesos al departamento de Lambayeque en el plazo de 48 horas.
ü  El prefecto con 200 hombres rechazó el cupo, huyendo a Chiclayo, luego a Pátapo y finalmente Chongoyape. El alcalde y regidores lo habían hecho el día anterior. Chiclayo estaba desamparado por sus autoridades.
ü  El día 26 las tropas chilenas arribaron a Chiclayo en el tren de Eten donde fueron recibidos por la Guardi urbana y el teniente Alcalde. Los caballos se insatalaron en el local destinado para el hospital “Las Mercedes” y la tropa se acuarteló en el colegio “San José”
ü  Los chilenos pidieron una contribución de 20,000 pesos, pero al no juntar esa cantidad empezaron a incendiar habitaciones, casas, edificios públicos, tiendas, municipalidad, prefectura, etc.
ü  El 29 salieron de Chiclayo rumbo a las haciendas de Pomalca, Tumán y Pátapo, se respetaron estas haciendas porque sus propietarios eran extrajeros.
ü  Pátapo era propiedad de un chileno, le decomisaron sus animales y 500 quintales de azúcar.
ü  Los chilenos se dedicaron a transportar por tren todo el producto de sus saqueos (plata, joyas, ganado, arroz, azúcar, vino, ron, etc.)
ü  Un grupo de 100 chilenos partieron rumbo a Lambayeque y Ferreñafe. En Ferreñafe impusieron un cupo de 1,000 pesos y pretendieron saquear un molino de arroz, no lo consiguieron por la intervención de FRY quien sobornó a los soldados. A Lambayeque le impusieron una contribución de 4,000 pesos.
ü  El  01 de octubre regresan a Chiclayo, donde trataron de incendiar el Mercado Modelo, el teatro “2  de Mayo”, el colegio San José y el hospital “las Mercedes”, pero fueron salvados por Alfredo Lapoint.
ü  Hubieron extranjeros, como Montjoy, que aconsejaban a los lambayecanos a no resistirse a las contribuciones de guerra.
ü  Todo en Chiclayo fue vergonzoso, no solo los chilenos, sino los chiclayanos quienes barrían y recogían con todo, lo peor denunciaban a Lynch quienes eran los hijos del país que tenían fortuna.

2.       REACCIÓN DE LA POBLACIÓN EXTRANJERA
ü  Montjoy y Fry, estuvieron a favor de Chile.
ü  Lapoint, Puccio y Clark, tuvieron una destacada actuación a favor de la población civil lambayecana, intercediendo frente a los enemigos y el atropello de los chilenos.
ü  Probablemente algunos técnicos alemanes proporcionaron información sobre las haciendas.
ü  Los chinos, peones de haciendas, colaboradores de la invasión, portaban teas prendiendo fuego a los cañaverales.
ü  Fueron los chinos quienes denunciaron a Clark ante las autoridades chilenas de haber escondido en su domicilio piezas del ferrocarril de Eten.

3.       ACTITUD DE LAS AUTORIDADES POLÍTICAS
ü  Lo que faltó en Lambayeque fueron líderes.
ü  Las indecisiones políticas y los intereses extra nacionales jugaron en contra del manejo de la resistencia en Chiclayo.
ü  Falta de interés de la clase política, no quisieron arriesgar la vida, la libertad, sus propiedades, etc.
ü  La clase dirigente estaba incómoda con la guerra porque interrumpió su negocio de exportación.
ü  El Prefecto visitó las haciendas exigiendo contribuciones para hacer frente a los chilenos, sin imaginarse que estos hacendados estaban satisfechos del rumbo adverso del Perú y deseaban la llegada de los chilenos.

LA POBLACIÓN
ü  La población lambayecana era gente desarmada, sus hijos reclutados en la guerra.
ü  No hubo mayor resistencia en Chiclayo, pues no contaban con líderes natos.
ü  El dictador Piérola persistió en su política de tener el norte desarmado.
ü  Piérola prefirió mantener en Arequipa un fuerte destacamento militar, pero jamás entró en combate y descuidó en norte peruano.
ü  Las armas que había tenido la población fueron entregados a las autoridades locales.
ü  El prefecto Aguirre poco o nada hizo por derrotar a los chilenos.
ü  Las familias pobres no tenían ningún reparo para desamparar sus viviendas y parcelas y huir.
ü  El paisaje costeño brindaba facilidades para emboscar a los chilenos, pero no se realizó.
ü  Pátapo era propiedad del chileno José Tomás Ramos, administrado por FRY. Ramos desempeño un papel positivo a favor de la población que huía en dirección a Chongoyape.
ü  El ferrocarril de Eten quedó a salvo porque se pagó 3,250 libras esterlinas. Se pudo evitar el pago si el cónsul Montjoy hubiese intervenido.
ü  El 04 de octubre se desocupo Chiclayo y el 26 de octubre ya no había ningún chileno.