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domingo, 21 de septiembre de 2014

ORGANIZACIÓN DEL EJÉRCITO Y FORMAS DE CONQUISTA INCA




ORGANIZACIÓN DEL EJÉRCITO Y FORMAS DE CONQUISTA INCA

1. EL EJÉRCITO Y EL SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO
Los incas organizaron un poderoso, eficiente y bien equipado ejército con el fin de asegurar una supremacía en el territorio andino, mantener la paz, estar seguros ante ataques de enemigos exteriores y expandirse territorialmente. En el incanato el servicio militar era obligatorio. La gran expansión del Imperio fue posible gracias a la cuidada organización de la fuerza militar. Todo poblador del incanato entre 18 y 50 años tenía la obligación de servir en el ejército, pero estaban exceptuadas del servicio militar las personas con defectos físicos que les impidan realizar tareas militares. Algunos plebeyos destacaron por su talento militar como Rumiñahui y Ollantay que pasaron a ser nobles de privilegio.

2. LA GUERRA Y LAS CONQUISTAS
Portaban el estandarte imperial llamado el suntur paucar que contenía los colores del arco iris. Paralelamente a este ejército, se fue formando un grupo de militares de profesión, incluso a niveles medios y bajos de la tropa, reclutados especialmente entre ciertas etnias vencidas y luego incorporadas a esta tarea.
La acción militar se iniciaba con un desfile para impresionar al adversario. Los soldados marchaban con sus distintivos. El generalísimo iba en su litera y llevaba en su mano el emblema de su mando. A la vista del ejército enemigo, se hacía el alarde. El general o el Inca, pasaba revista a sus tropas mientras se hacían sonar instrumentos musicales. Luego venía la arenga y, finalmente, se efectuaba el ataque.
El poder del ejército Inca residió en dos elementos: la intendencia y la disciplina. Para facilitar el desplazamiento de sus ejércitos, los incas construyeron una vasta red de caminos. La existencia de postas a lo largo de esos caminos, servía para el descanso de las tropas en campaña y para el recambio de animales y armas. En cuanto a la disciplina, era muy rígida. No se permitía que un soldado abandonase la formación, ni siquiera durante la marcha de aproximación.
Practicaban las emboscadas. En el momento oportuno, sorprendían al enemigo haciendo sonar sus trompetas y tambores para atemorizar y crear confusión. Primero utilizaban armas arrojadizas y posteriormente se trababan en una lucha cuerpo a cuerpo.

Formas de conquista
Había básicamente dos formas de conquista de territorios:
Conquista pacífica
Se daba cuando el Inca ofrecía múltiples beneficios al curaca o rey de la zona, si este aceptaba reconocerlo como emperador. Los beneficios podían ser regalos suntuosos, obras públicas, respeto a su investidura, intercambio de mujeres para entablar lazos de parentesco, etc. Si se subordinaba, ya sea por simpatía espontánea o por temor al ejército inca, se hacía merecedor a los beneficios ofrecidos, pero sometiéndose a las exigencias quechuas: entregar tierras al estado, mano de obra, suministrar soldados, etc. Era una conquista a través de la reciprocidad.
Conquista violenta
Ocurría cuando el pueblo a conquistarse, debido a su belicosidad y orgullo, no aceptaba ningún beneficio. Generalmente, resultaba una guerra sangrienta con el consecuente triunfo inca. De acuerdo con la duración de la guerra, el pueblo conquistado recibía las represalias respectivas. El líder vencido era ejecutado; según el grado de su rebeldía, el pueblo entero podía ser trasladado a un lugar más lejano o, en casos extremos, aniquilados en su totalidad, como escarmiento para evitar futuros levantamientos.

3. ARMAS
Armas Ofensivas: Para atacar utilizaron las hondas o “huaracas” con las que lanzaban proyectiles de piedra; las boleadoreas o “liwis” se arrojaban a los pies; con las estólicas arrojaron flechas; con las hachas, macanas o porras golpearon. Otras armas fueron los arcos con flechas y las lanzas.

Armas defensivas: fueron para protegerse y eran el escudo de madera o metal que se llevaba en el brazo izquierdo; el peto de tela o cuero de llama con relleno de algodón que se usaba a manera de chaleco para amortiguar los golpes; y el caso de metal o mate, también con relleno de algodón, para proteger la cabeza.